Cuando el ser humano vive del mar es difícil pronosticar cuánto dinero obtendrá de la pesca al final del mes. El clima y las prácticas poco sostenibles vuelven impredecible a la pesca, por lo que se hace complicado planificar un futuro financiero. Al vivir de la generosidad del mar, es difícil para los pescadores saber cuánto ingreso ganarán en un momento dado, o cuándo ese dinero retornará a sus bolsillos.
“Antes de la crisis, comercializaba 400 libras de pescado a la semana. Desde hace dos semanas, no he podido vender ni una sola libra”, explicó el pescador Elvis Rodríguez. Dado el toque de queda que existió al inicio de la pandemia, los comerciantes que normalmente visitan comunidades pesqueras para comprar sus capturas diarias y luego revenderlas en ciudades cercanas, dejaron de llegar. En la mayoría de las comunidades costeras de Honduras, no hay bancos ni cooperativas cerca y las instituciones financieras de las ciudades no quieren correr el riesgo de financiar a los pescadores.
Los pescadores son excluidos del sistema financiero nacional debido a que su actividad no está formalizada en sector productivo tributario del país dejándolos a merced de intermediarios inescrupulosos que se aprovechan de su necesidad para endeudarlos con préstamos a intereses muy altos.
Opciones
Ahorrar para los tiempos difíciles es una excelente alternativa que permite prepararse para lo que pueda ocurrir en el futuro y afrontar una enfermedad, una crisis financiera, una pandemia o un gasto imprevisto, lo que puede desestabilizar la economía de las familias.
El Centro de Estudios Marinos (CEM), es la primera Organización No Gubernamental en Honduras, que promueve crear los clubes de ahorro en pesquerías. Desde el 2018, el CEM y su socio Rare, introdujeron los clubes de ahorro como una alternativa para darle un uso inteligente a los fondos de las comunidades pesqueras. Los clubes de ahorro en pesquerías surgieron como un mecanismo de resiliencia financiera y han sido de mucha ayuda durante la crisis provocada por la pandemia del Covid-19. Gracias a sus ahorros, los pescadores hondureños han podido cubrir algunas de sus necesidades alimentarias cuando no pudieron salir a pescar.
Doña Doris, pescadora y residente de la comunidad de La Sabana, en Puerto Cortés, reflexionó sobre cómo los clubes de ahorro ayudaron a su comunidad. “Hacer algo como esto hace un año hubiera sido impensable. No hubiéramos tenido el dinero. Somos una comunidad más unida ahora, gracias al club de ahorro. Confiamos más el uno en el otro, y somos más solidarios”.
“Dependemos de estos ahorros para mantener a nuestras familias en esta época de crisis, si no tuviéramos estos fondos a quién podríamos haberle pedido prestado…” dijo Digna López, pescadora y presidenta del club de ahorro de Las Flores, Omoa.
¿Cómo funcionan los clubes de ahorro?
Cada club consta de unos 12-15 miembros que se reúnen semanalmente para contribuir con los ahorros grupales. Se establece una junta directiva y un reglamento interno del club y un monto mínimo de aportación. Durante las reuniones, los miembros pueden ahorrar, obtener y pagar préstamos a un interés bajo establecido bajo acuerdo en común de los miembros
Existen dos tipos de fondos: el primero es el social que se utiliza para cubrir una emergencia o realizar actividades en beneficio de la comunidad. El segundo es el fondo de ahorro que es el que permite acceder a préstamos. Los clubes de ahorro trabajan de acuerdo a ciclos y al final de cada uno se reparten los intereses obtenidos entre todos los miembros aportantes.
La mayoría de los préstamos son para cubrir diferentes gastos de los pescadores afiliados: compra de motor para lancha, contenedores para almacenar el producto pesquero, insumos para montar un pequeño restaurante, mejoras para sus casas, pagar gastos de educación de sus hijos o cubrir gastos médicos de los afiliados
El poder de ahorrar
En 2017 en Puerto Cortés, tres pescadores (Don Leoncio, Henry y Javier) decidieron darle un giro a sus vidas. Ellos recuerdan con dolor que una Navidad, los tres salieron al mar a buscar peces con la esperanza de tener una cena digna para sus familias. Planeaban vender sus capturas para comprarles juguetes a sus hijos, pero la pesca estuvo mala y regresaron con las manos vacías. Ese día, los tres pescadores decidieron que nunca más la Navidad los iba a agarrar sin dinero y conformaron una organización que hasta la fecha tiene 56 socios y al mismo tiempo crearon su propio sistema de ahorro. Actualmente, esta asociación tiene un programa de becas para sus hijos y un proyecto de vivienda social.
Asimismo, en tiempo de crisis también la solidaridad social es vital, tal como lo demostró el Club de ahorro de la Sabana en Puerto Cortes donde sus miembros aprobaron usar el fondo social ahorrado para apoyar a 40 familias que se vieron afectados en sus medios de vida en el covid19. El club utilizó su fondo social y otorgó 40 sacos solidarios para las familias afectadas para aliviar el impacto económico durante la cuarentena.
A medida que los ahorros y los fondos sociales de los clubes aumentan la diversificación de los ingresos y la resiliencia de los hogares, los miembros de estos clubes están empezando a hacer grandes planes. "Siempre había querido ahorrar dinero en el pasado, pero no vi ningún resultado". "Ahora, se ha vuelto más concreto y estamos usando nuestros ahorros para la construcción de nuestra casa" mencionó doña Digna, del Club de Los Criollos en Las Flores, Omoa.
El CEM, busca fortalecer a estos grupos en formación a través de capacitaciones de educación financiera enfocada en desarrollo de habilidades administrativas. Además fomentar el ahorro, el acceso a crédito y posteriormente inclusión financiera.
Datos
- El 14 de febrero de 2018 en la comunidad de Milla 3, Omoa, surgió el primer club de ahorro de pescadores de Honduras denominado “El Rincón de los Pescadores”.
- Hasta mediados del 2020, el CEM ha formado 15 clubes de ahorroen varias comunidades pesqueras de la costa norte beneficiando a unos 250 pescadores y sus familias
- Los ahorros aproximados de los clubes en pesquerías en la costa norte de Honduras ascienden a unos 30 mil dólares en el último año.
- El Centro de Estudios Marinos CEM, es la primera Organización No Gubernamental en Honduras en el tema marino, que promueve crear clubes de ahorro en pesquerías.
- La pesca artesanal utilizando línea y anzuelo, representa la principal actividad económica en las zonas costeras de Honduras, en muchos casos del 70% en comparación con la agricultura (20%) o construcción /jornalería (10% ).
La importancia de los clubes de ahorro se basa en ser un mecanismo de alivio y resiliencia financiera en tiempos de crisis para los pescadores. “Los clubes de ahorro no sólo brindan una red de seguridad económica al servir como mecanismo para que las familias ahorren y accedan a préstamos en ausencia de servicios financieros formales, pero juegan también un papel importante en la construcción de cohesión comunitaria, aumentando la confianza y mejorando la comunicación entre sus miembros. A través de herramientas como los clubes de ahorro, se está ayudando a comunidades pesqueras en Honduras y otros países, a trenzar un tejido social más fuerte”, apuntó Gabriela Polo de Rare.
Si quieres saber más sobre sobre los clubes de ahorro en comunidades pesqueras y apoya nuestra labor en el CEM, contactándonos a : info@estudiosmarinos,org o visita nuestra página www.estudiosmarinos.org y www.rare.org