Las Zonas de Recuperación Pesquera (ZRP) se definen como áreas del océano que son protegidas contra todas las actividades extractivas o pesca, siendo una herramienta eficaz contra las amenazas locales, mejorando la producción pesquera, protegiendo la biodiversidad y hábitats marinos, procurando la sobrevivencia de las poblaciones de peces y ecosistemas marinos a las amenazas y ayudar en la adaptación ante los cambios climáticos (Green et al., 2014)
Ante las amenazas que se derivan de la sobrepesca, el reconocimiento de las ZRP como una herramienta importante para la gestión de las pesquerías se basa en la simplicidad y la claridad de su principal mecanismo de operación: la total prohibición de la pesca dentro de un espacio definido y acordado.
Actualmente, la costa norte de Honduras posee 16 ZRP marina costeras en la que la extracción pesquera no es permitida o es restringida totalizando un aproximado de 166 Km2.
Las ZRP bien diseñadas y efectivamente protegidas pueden llegar reducir las amenazas locales y contribuir a lograr múltiples mejoras a la pesquería y a la conservación de la biodiversidad (Francini-Filho & Moura, 2008; Green et al., 2014). Principalmente, las ZRP han de promover la recuperación de poblaciones de especies comerciales dentro de sus límites (Halpern & Warner, 2002) y beneficiar la actividad pesquera en aguas adyacentes a través de la exportación de biomasa (Gell & Roberts, 2003), la cual puede ocurrir a través de dos mecanismos:
- La emigración neta de juveniles y adultos (efecto de desborde)
- La exportación neta de huevos y larvas pelágicas (efecto de reclutamiento)
Las ZRPs llevan la ideología: “Conservemos hoy, para pescar mañana”. Siendo una herramienta de manejo que tiene por finalidad asegurar las poblaciones de especies claves y los servicios eco sistémicos de los hábitats marino-costeros más importantes.